El Valencia CF ha encontrado en su presidente Manuel Llorente y su entrenador Unai Emery, la estabilidad que tanto venía echando en falta en los años anteriores. Tras las progresivas ventas de todos sus campeones del mundo –Raúl Albiol, David Villa, David Silva y Juan Mata- por la imposibilidad económica tanto de asumir sus fichas, como la necesidad de liquidez para hacer frente a las deudas a corto contraídas con las entidades de crédito, y el final de la permisividad de éstas con los clubes de fútbol, como consecuencia de la crisis de las subprime.
Pero Llorente tiene el rescate programado, poco a poco ir ganando dinero tanto con la Champions como con la venta de jugadores, así como renegociando el pastel del reparto TV y aprovechar que tanto Atlético, como Sevilla o Villarreal son equipos muy irregulares, que no terminan de asentarse como tercer equipo del país en resultados, para consolidarse como un referente.
Para ello ha pasado de tener plantillas cortas y con muy buenos onces para pasar a la idea de una competitividad global en la plantilla. Y es que si miramos el plantel valencianista encontramos jugadores de buen nivel y casi siempre dos por puesto. La traducción es que se ha hecho una plantilla al gusto del técnico. Apostar por un once de Emery es prácticamente como jugar a la ruleta rusa.
Así nos encontramos el primer dilema al analizar la portería ché. Para dicho puesto, dos jugadores de un nivel altísimo, un escalón por debajo de los denominados Top: Diego Alves y Vicente Guaita. Emery ha resuelto la difícil papeleta, otorgándole la titularidad a uno en liga y al otro en el resto de competiciones. Ambos saben que no se pueden dormir, que varias actuaciones desafortunadas o cualquier actitud que no concuerde con el interés grupal, le otorgarían el papel de suplente. El problema puede llegar si el Valencia se quedase sin jugar en Europa, circunstancia poco probable, ya que de no quedar segundo de grupo, sería una tremenda sorpresa y una terrible decepción no acceder a la Europa League como tercero de grupo.
En la defensa, Unai y Braulio –director deportivo- sabían que debían darle un salto de calidad a esta línea y así consiguieron a coste cero el fichaje de Adil Rami, un líder, central duro, expeditivo, con salida de balón-antes era mediocentro- y sobre todo con una capacidad de mando espectacular. Un seguro de vida, que además supone un plus en el juego aéreo. Si no baja el nivel, en unos años, probablemente lo veremos en uno de los equipos punteros de Europa. A su lado, Víctor Ruiz, el ex del Espanyol, un proyecto de central zurdo para la roja. Se marchó en Enero a Nápoles en busca de reconocimiento y de dar un salto en su carrera y se topó con que el Calcio es otra historia, otro mundo. Jugadores con menos nivel y menos proyección que él le quitaban el puesto por el simple hecho de ser más duros y expeditivos. La vuelta a España le pone en el mapa de Del Bosque y ante las suplencias de Marchena y Albiol y la edad de Carles Puyol, está ante la posibilidad de convertirse en un fijo de las convocatorias. Ahora mismo, Botía y Domínguez parten con ventaja, pero el catalán estará ahí. Ricardo Costa, Maduro y Dealbert han pasado a tener una importancia muy pequeña. Esta pareja parece insustituible.
En los laterales encontramos los mismos cuatro del año pasado, más la incorporación a última hora de Barragán, un jugador que debe pedir paso, como el lateral ofensivo y con buen centro que prometía ser o se convertirá en un marginal en las rotaciones de Emery. En la derecha, además del nombrado Barragán, encontramos a Miguel y a Bruno. Uno con todas las condiciones para estar entre los mejores, pero con una irregularidad mental que le hacen sospechoso habitual, el otro todo lo contrario, con unas condiciones limitadas y una mentalidad infranqueable, encontramos un lateral seguro, tácticamente disciplinado y con no demasiada calidad para las subidas por la banda. En la izquierda están dos laterales distintos pero de grandísimo nivel, sobre todo ofensivo. Mathieu es un centrador de los que ya no quedan, tiene un guante en la izquierda y además se aprovecha de su corpulencia a la hora de defender. Tiene buena zancada. Jordi Alba es el futuro lateral izquierdo de la selección española. Un extremo reconvertido a lateral con lo que ello conlleva. Despistes a la hora de vigilar su espalda o excesivo sufrimiento con extremos a pierna cambiada que le hagan ir al centro, son sus dos mayores problemas, eso si, cada vez dichos problemas son menores. Ofensivamente es un jugador de muchísima clase, que rompe por fuera por velocidad, por dentro por técnica, posee buena llegada al área, hace goles y centra con buena precisión. Por algo pocos equipos se le atragantan tanto al Barça como ese Valencia con los dos laterales.
Creo que te has pasado un poco, porque de programado nada, todo ha sido obligado, como bien comentas, y de momento le está funcionando bien, pero todos sabemos que no siempre se pueden realizar fichajes buenos, bonitos y baratos.
ResponderEliminarPor otro lado, me alegra que hayas escrito este artículo porque quería pedirte tu opinión sobre alguna decisión que ha tomado Emery en algún momento, como por ejemplo si tienes en el campo a Mathieu y Jordi Alba, ¿a quién pondrías en el lateral y a quién en el centro del campo?
A eso me refiero con programado. Han ido escalonando las ventas progresivamente y han hecho que los resultados antes y después de esas ventas no se hayan visto prácticamente afectados. Se han marchado cuatro campeones del mundo, pero si analizamos como aterrizaron en la capital del Turia, vemos que Villa procedía del Zaragoza y era una apuesta no del todo segura; Silva y Albiol eran jugadores de las categorías inferiores a los que se fue fogueando mediante cesiones y lograron llegar al más alto nivel y por último el caso de Mata, un jugador que pedía más dinero para renovar con el Madrid cuando jugaba aun en el Castilla y el Valencia aprovechó para llevárselo y a partir de ahi fue creciendo. Con esto quiero decir que el Valencia es un equipo que suele seleccionar bien los jugadores que sube de la cantera así como las apuestas de futuro que hace con jugadores fichados.
ResponderEliminares cierto que no siempre puedes fichar bien y hemos visto fiascos también en el club ché como pueden haber sido los casos de Moyà, Ricardo Costa o Piatti por nombrar tres ejemplos de una lista más larga. Esta claro que conocen el mercado y se anticipan a él. El caso de Rami o de Topal el año pasado así lo demuestra.
Respecto a la otra cuestión, normalmente Mathieu de lateral y Jordi Alba de interior por características ya que Mathieu al ser un jugador menos eléctrico y más de zancada rinde mejor en ataque con más campo y Alba es un jugador que en menos recorrido hace más daño. Además el francés puede centrar desde 30m. con gran precisión, lo que no hace que tenga que ganar la linea de fondo para poner un buen centro. Sin embargo, Unai contra el Barça siempre sitúa a Mathieu por delante debido a que Alba es más rápido para defender las combinaciones rápidas de 1-2 toques del Barça en 3/4 de cancha rival y con una salida para coger la espalda de Alves más rápida y aprovechar la calidad de Mathieu para poner los centros más medidos a Soldado/Aduriz sin tener que estar recorriendo un espacio tan largo todo el partido, porque ante el Barça, si no vuelves te pueden matar.