Desde hace años ya, la Eredivisie ha tendido a convertirse en una fábrica de jóvenes y talentosos jugadores, que luego son “exportados” a ligas de mayor entidad, donde acaban de convertirse, en algunos casos, en verdaderas estrellas.
Difícil se antoja actualmente que un equipo holandés pueda llegar lejos en la Champions League, puesto que el traspaso de jugadores en la Eredivisie es constante y ni siquiera los “grandes” de Holanda son capaces de retener a sus estrellas frente a las mareantes cantidades que ofrecen conjuntos de otras ligas más potentes, derivando, en muchas ocasiones, en un auténtico “saqueo” de las figuras que destacaron en la respectivas campañas.
El AZ no ha sido una excepción a esta regla, perdiendo -sólo este verano- a 3 de sus figuras principales: el portero Sergio Romero, titular con Argentina en el Mundial de Sudáfrica, que siguió a la Sampdoria a Serie B; el central Héctor Moreno, “el nuevo Márquez” en palabras de su ex-entrenador Louis Van Gaal, hacia el Espanyol; y el joven punta Kólbeinn Sigthorsson hacia el Ajax.
Pese a ello, el conjunto de Alkmaar es actualmente el líder sólido de la Eredivisie, dejando atrás a conjuntos que se han reforzado con creces como Ajax, PSV o Twente.
¿Cómo se explica esto?
Al contrario de lo que ocurre con otros (muchos) equipos holandeses, si algo destaca en este AZ es la solidez que luce como equipo. Gertjan Verbeek está consiguiendo formar un conjunto compacto, correoso y rápido en la salida, aprovechando el poderío físico y la velocidad de sus jugadores de ataque.
Destaca, en estas líneas ofensivas, la incorporación del (aún) joven punta estadounidense Jozy Altidore, un viejo conocido de las aficiones españolas, que, aunque no está marcando tantos goles como se esperaría, el incesante de trabajo de presión que ejerce y la forma en la que crea espacios para sus compañeros de las bandas y de segunda línea, lo convierten en un fijo para Verbeek.
Aún más llamativo es el habilidoso Roy Beerens, un extremo típicamente holandés que aporta la nota de calidad al equipo. Endiablandamente rápido, es el llamado a hacer sufrir a las defensas por el costado derecho.
Por último, no podemos obviar a la perla de la cantera de los de Alkmaar, el jovencísimo -18 años- Adam Maher, un mediocentro ofensivo escurridizo y con clase en la conducción, que apunta muchas maneras, y se rumorea en Holanda que ya se encuentra bajo la lupa de, nada menos, que el mismísimo Fútbol Club Barcelona.
Pese a que hablamos de buenos jugadores, todo el juego de este AZ pasa por la dupla sueca del centro del campo formada por Rasmus Elm y Pontus Wernbloom, cerebro y pulmón de este equipo.
Elm hace las veces de mediocampista posicional, ordenando al equipo cuando presionan y roban, recayendo también sobre su figura la distribución del balón en la medular. Es, además, el máximo goleador del equipo y máximo asistente, gracias a su excelente disparo de media distancia, especialmente a balón parado.
Wernbloom, por su parte, auxilia en tareas defensivas mediante un incesante trabajo de presión, aportando conducción y llegada en segunda línea, gracias a su privilegiada condición física, compensando con ello la frialdad de Elm.
Resguardados por la estructura del equipo, encontramos una línea defensiva correcta, comandada por el finés Niklas Moisander, un central expeditivo, así como por el poderoso lateral Simon Poulsen, que también realiza importantes contribuciones ofensivas en banda izquierda, aguardando a sus espaldas el joven meta costarricense Esteban Alvarado, que a base de grandes intervenciones está haciendo olvidar la salida de Romero.
Este AZ, en resumen, es actualmente un equipo que, gracias a su unión como grupo y a su congruencia con la idea de juego que siguen, salva la falta de grandes estrellas en sus filas. Aún estamos en noviembre, y hay grandes equipos persiguiéndoles, pero nadie duda ya que los de Alkmaar van muy en serio.
