viernes, 4 de noviembre de 2011

Españoles infravalorados por el mundo.


En la actualidad, el fútbol español está viviendo una época que difícilmente se vuelva a repetir en mucho tiempo. Nuestra selección nacional absoluta es actualmente campeona de Europa y del mundo, las categorías inferiores no se quedan atrás, para muchos tenemos la mejor liga y para la gran mayoría ahora mismo los dos mejores clubes de Europa son el Barcelona y el Real Madrid.

No se sabe bien si como una causa o una consecuencia de esto, el caso es que esta maravillosa etapa está siendo acompañada de la generación de un sinfín de futbolistas que, además de llevar a nuestra selección nacional a la consecución de éxitos y a desarrollar un estilo de juego elogiado de forma unánime, está nutriendo a muchísimos equipos de toda Europa con jugadores de calidad y a precios elevados.

De este último grupo, los únicos consolidados en la absoluta son Pepe Reina, Mata, Silva y Fernando Torres, todos ellos pertenecientes a equipos grandes de la Premier. A pesar de esto, lo cierto es que, exceptuando este grupo, parece ser que cuesta ver a jugadores españoles en la lista del seleccionador que destaquen en equipos extranjeros de nivel medio. Dicho en otras palabras, no es descabellado convocar a jugadores que despunten en el Mallorca, Getafe u Osasuna, pero sí que lo hagan en el Everton o en el Bayer Leverkusen.

Sin ánimos de entrar a valorar la calidad de jugadores de nuestra liga y la “justicia” de algunas convocatorias para la selección de los mismos, es inevitable citar algunos ejemplos para debatir si existe un distinto rasero o no. Por proponer algunos, futbolistas como Sergio García, Fernando Navarro, Monreal, Botía o Manu del Moral han visto como se les ha premiado por firmar grandes campañas- o tramos de campañas- con equipos nacionales de media tabla, mientras que jugadores que han o están despuntando en el extranjero con equipos de características similares- incluso bastante superiores- como Arteta, Gonzalo Castro, Jose Enrique o Jose Ángel ven como todavía no les llega su oportunidad. El caso de los tres últimos es quizás el más llamativo, por el hecho de que si algún "pero" se le puede poner a la Roja, es la garantía que ofrecen los laterales suplentes. Ya sea por su discutible capacidad para conseguir que no se noten las ausencias de los fijos, o bien porque no jueguen en su posición natural, como es el caso de Arbeloa cuando se le desplaza al flanco izquierdo.

El caso de Arteta es más entendible, por el hecho de que precisamente la posición más sometida a halagos de nuestra selección es, sin olvidarnos de la portería, el centro del campo. Es obvio que tener que competir por un puesto contra los Xabi Alonso, Xavi o Iniesta se podría considerar desde un golpe de mala suerte, hasta un reto muy bonito. Sin embargo, jugadores de la talla de Borja Valero o Thiago sí que han conseguido llegar e incluso, en el caso del segundo, presentar una fuerte candidatura para disputar la Eurocopa.

El debate sería aún más profundo si nos paramos a pensar en el cambio de rol que parecen tener jugadores de la selección por salir o llegar a nuestro país, como el caso de Silva el año pasado tras emigrar a Inglaterra o Cesc este año con su llegada al Barça.

En definitiva, estos son algunos casos particulares con los que, como casi todo en la vida, se puede estar de acuerdo o no. Lo cierto es que están ahí y ojalá que sean el principal tema de debate que rodea a nuestra selección. Eso significará que el resto va bien.

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